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Ultimahora - POLÍTICA | Martes, 22 de Diciembre de 2009

Casos de paternidad y juicio, temas que afectaron a Lugo

La Agencia española EFE realiza un relatorio y análisis sobre lo que fue el año del presidente de laRepública, Fernando Lugo. Menciona los casos de denuncias de paternidad y las amenazas de juicio político.

Asunción, (EFE).- Las denuncias de paternidad de tres mujeres ensombrecieron en 2009 la gestión del presidente paraguayo, el ex obispo Fernando Lugo, que además durante todo el año afrontó continuas amenazas de juicio político en el Parlamento para sacarlo del poder, en el que apenas lleva 16 meses.

En plena Semana Santa, cuando Lugo aún no había cumplido el primer año de su llegada a la Presidencia, el 15 de agosto de 2008, tras acabar con 61 años de hegemonía absoluta del derechista Partido Colorado, dos mujeres desataron un escándalo que estremeció al Gobierno al denunciar que habían tenido hijos de sus relaciones con el ex obispo.

Las acusaciones de paternidad contra Lugo esgrimidas por los "colorados" durante la campaña electoral, se confirmaron un año más tarde.

El día de Jueves Santo la prensa filtró una denuncia tramitada en un juzgado de Encarnación (sur) por Viviana Carrillo, de 26 años, para exigir que Lugo reconociese a su hijo de dos años, Guillermo Armindo, nacido pocos meses después de abandonar su estado clerical para dedicarse a la política, en diciembre de 2006.

A pesar del desmentido oficial, Lugo reconoció públicamente cinco días más tarde la paternidad del niño y se disparó una escalada de rumores sobre la vida amorosa del ex obispo, a quien el Vaticano aceptó su reducción al estado laical dos semanas antes de su investidura.

El caso de Carrillo desveló que la mujer intimó con Lugo cuando éste era obispo en San Pedro, centro, el departamento más pobre del país, de donde también procede Benigna Leguizamón, que entró en escena el 20 de abril con otra demanda de filiación, que afirma que fue seducida cuando trabajaba como limpiadora en la diócesis y que de esa relación nació Lucas Fernando, el 9 de setiembre de 2002.

Desde entonces, el gobernante evita hablar del asunto, así como de la aseveración de Hortensia Morán, una docente de 39 años, que también recurrió a los tribunales para reclamar que su último hijo, Juan Pablo, de dos años, también lleve el apellido Lugo.

Morán, que trabajó en el ala izquierda de la coalición de amplia base ideológica que llevó a Lugo al poder, se sumó al escándalo el aunque entonces prometió no promover demanda alguna, lo que dejó de cumplir a finales de año.

El escándalo fue menguando mientras crecían las amenaza de un juicio político por parte de la oposición y de un sector del principal partido de la alianza gubernamental, hasta que una sobrina suya reavivó el morbo al asegurar que Fátima Rojas, una joven de 22 años a cuya boda asistió el gobernante el 21 de noviembre es otra hija de su tío presidente.

Mirtha Maidana, hija de Mercedes Lugo, hermana mayor del ex prelado y que ejerce como primera dama, desafió al mandatario a que se someta a una prueba de ADN, algo que Lugo aceptó en el caso del hijo de Morán, el 16 de diciembre, un día antes de que Leguizamón desistiera de la demanda.

El giro dado por Lugo, que se produjo una semana después de que el obispo Claudio Giménez criticase, durante la misa el día de la patrona del país, la Virgen de Caacupé, al paraguayo "machista, acostumbrado a engendrar hijos por muchas partes sin hacerse responsable", puede revertir su deteriorada popularidad.

Sin embargo, el jefe de Estado no ha podido zafarse del acoso de la oposición que, con mayoría en el Congreso, no para de proferir amenazas de sacarle del poder mediante un juicio político parlamentario.

Escándalos de paternidad, presunta corrupción en un proceso de compra de tierras y falta de resultados en el caso de un ganadero que lleva más de dos meses secuestrado se conjugan entre las causas de un posible proceso en el que sólo cuentan los votos.

Aunque el propio Lugo en entrevista con Efe aseguraba no estar preocupado porque la oposición no tiene motivos "reales" para el juicio, la amenaza se intensificó con las declaraciones del vicepresidente Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de derecha y principal fuerza de la alianza oficialista.

Franco, de una fracción liberal que no fue favorecida en la distribución de cargos y acusado por el entorno palaciego de "conspirar" contra Lugo, dijo que el gobernante ha "traicionado" al electorado y dijo estar "listo" para reemplazarlo.

En su último roce, Franco desaprobó la más amplia remodelación militar ordenada por Lugo a principios de noviembre, después de haber dicho que había "bolsones golpistas", para poner al frente a oficiales de su entera confianza.